PRODUCCIÓN DE PURO CUBANO
Cuba y puro… La razón por la cual estas dos palabras no pueden considerarse por separado es bastante simple: la calidad del tabaco en la región de Vuelta Abajo, que pertenece a la provincia de Pinar del Río, no se puede obtener en ningún otro lugar del mundo. Por lo tanto, las marcas de puros cubanos como Cohíba, Montecristo, Partagás, Hoyo de Monterrey, Romeo y Julieta son consideradas como las mejores.
Existen muchas casas de tabaco en Viñales, la tercera zona turística más popular de Cuba. Una de las más importantes es Macondo. Durante nuestra visita Martin González Cairo, el dueño de la casa de tabaco, nos dio una explicación detallada sobre la producción de puros cubanos. En base a esto, pensé en escribir un artículo sobre la producción de tabaco en esa región y sus puros artesanales sin marca. Sin embargo, investigando se amplió el alcance del asunto y surgió un dossier que refleja la producción de puros en todos los aspectos. De esta manera, le presentamos un tema fundamental relacionado con Cuba de manera más exhaustiva en las páginas del Caimán verde Blog. Nuestros artículos sobre el puro continuarán.
De semillas de tabaco a puro
La producción de tabaco en Cuba y su preparación para la confección de puros demora un período de quince meses para los puros artesanales y casi cuatro años para los puros de fábrica de calidad llamados Habanos.
Información preliminar
Los puros cubanos se componen de tres partes básicas llamadas la tripa, el capote y la capa. La tripa es el interior del puro. Las hojas en que se envuelven se llaman capote. La capa es la parte más externa.
Para la tripa y el capote de los Habanos se usa tabaco producido al aire libre, al cual se le llama tabaco de sol. Se requiere una técnica de producción diferente para la capa. Las hojas de la capa se obtienen filtrando los rayos del sol a través de una tela que se extiende sobre la tierra. El tabaco tapado solo puede producirse en dos de las cinco regiones de tabaco en Cuba.
Después de esta información, que necesitaremos en el artículo, podemos pasar a los detalles del proceso de producción.
Cultivo de tabaco en Cuba
Para el cultivo de tabaco, se debe determinar una parcela con un ancho de 10 metros y una longitud de 20 metros. Las semillas del tabaco negro cubano se plantarán allí en los principios de septiembre. El tabaco tiene la segunda semilla más pequeña del mundo y su cultivo se realiza con compost. Después de un período de cuarenta y cinco días, la semilla brota y se convierte en una planta de 20 centímetros. A mediados de octubre, estas plántulas se recogerán de la parcela.
Las plántulas se plantan en el campo principal (vega) en los meses de invierno (principalmente en noviembre y diciembre), ya que las regiones tabacaleras en Cuba reciben mucha lluvia en verano. La siembra se realiza a intervalos de 20-25 centímetros para que puedan desarrollarse tanto transversal como longitudinalmente. Si el sujeto es producción de tabaco tapado la tela debe estirarse entre los días décimo y vigésimo después de la siembra. El tabaco tarda aproximadamente tres meses en alcanzar el tamaño deseado. En esta etapa, las cimas florecientes del tabaco se cortan para evitar un mayor crecimiento de la planta y sus hojas. Durante el proceso de producción, el agricultor (veguero) tiene que lidiar con cada planta al menos ciento cincuenta veces.
En definitiva, la cosecha se realiza en febrero y marzo. Los vegueros arrancan las hojas con una mano y usan la otra mano para cargar las hojas recogidas. Solo se pueden cortar unas pocas hojas de una planta a la vez.
Procesos de curación y fermentación
El proceso de preparación del tabaco tapado es bastante fácil en comparación con el del tabaco de sol. Primero se aplica el método de curación tradicional en la casa de tabaco. Generalmente se prefieren las estructuras de tipo bohío (una tradición proveniente de los taínos, una tribu caribeña del período precolombino) como lugar de secado. En estos lugares amplios, las hojas de tabaco se colocan en palos llamados cujes y se mantienen durante cincuenta días. Todo el lugar de secado se llena con ellos de abajo hacia arriba. Luego se necesita un proceso de curación controlado por temperatura y humedad de veinticinco días. Cuando esto se completa, los funcionarios del gobierno cubano tocan las puertas de las casas de tabaco para obtener su parte (Los vegueros tienen que vender el 90% de sus productos al estado. El tabaco es el segundo elemento de ingresos más importante en la economía cubana después del turismo). El estado someterá su cosecha a veinte días de fermentación como mínimo.
Los procesos de la curación y la primera fermentación del tabaco de sol se aplican en la casa de tabaco. El tabaco permanece en cujes por un período que puede variar de cincuenta días a tres meses. Este período termina como en mayo. En esta etapa, las hojas se recogen en las partes medias de los cujes y se convierten en paquetes de 2 libras (matul). Luego, los cujes se colocan en el piso del lugar de secado y se cubren con hojas de palma real (una especie de palma, que también es el árbol nacional de Cuba). Los matules se colocarán sobre ellos. En estos lugares cubiertos con hojas de palma real, llamados pilones, los tabacos se fermentan durante treinta días. Gracias a los palos alineados en la parte inferior, se evita el contacto del matul con la tierra y se protege el tabaco de la humedad.
El estado recoge el tabaco a mediados de junio. En este punto, casi la mitad del tabaco será desechado debido a criterios de calidad. El resto se divide en cuatro clases. Las hojas que se utilizarán como capote se someten a una segunda fermentación de al menos quince días en los pilones. Esto será seguido por quitar las venas principales de las hojas y un nuevo proceso de fermentación de quince a noventa días para todo el tabaco.
Proceso de añejamiento
Para el añejamiento del tabaco tapado se utilizan paquetes llamados tercios, hechos de la parte suelta de la corteza de palma real (yagua). Las hojas se mantienen durante al menos seis meses en estos paquetes que actúan como humidor natural.
El proceso de añejamiento del tabaco de sol donde se harán los puros artesanales es el mismo. El tabaco se mantiene en los tercios durante seis meses. Sin embargo, como comprenderá por lo que se ha descrito hasta ahora, el proceso de producción de estos puros es mucho más simple y corto. Por lo tanto, antes del proceso de añejamiento los vegueros utilizan métodos especiales para mejorar la calidad de los tabacos. Cada familia tiene su propio secreto de producción. El método de Macondo, que produce 100% orgánico, es el siguiente: preparar una mezcla especial con miel, vainilla, canela, limón, agua y “vitamina R” (¡ron!) y rociar esta mezcla al tabaco sobre un piso de concreto. Este proceso agrega olor y sabor al tabaco. Luego, el tabaco se guarda en bolsas plásticas durante unos días para que pueda absorber la humedad.
El tiempo de añejado de las hojas de tabaco de sol para ser utilizado en los Habanos es bastante largo en comparación con los demás. Dependiendo del tipo de hoja, este proceso comienza a partir de los nueve meses y puede llevar más de dos años. Además, sus procesos de añejamiento se llevan a cabo en paquetes llamados pacas, no en los tercios.
Clasificación de las hojas
Sí, finalmente obtuvimos nuestras hojas de tabaco adecuadas para hacer puros cubanos, pero antes de responder a la pregunta de cómo confeccionar los puros cubanos, necesitamos conocer el tabaco un poco más de cerca.
El tabaco tapado tiene hojas más grandes y más delgadas, porque está menos expuesto a los rayos solares. Esto lo hace ideal para la capa. También es más largo que el tabaco de sol y tiene más hojas. Generalmente se considera que tiene nueve tipos de hojas. Al igual que con el tabaco de sol, la oscuridad de sus hojas aumenta de abajo hacia arriba. Según el tono deseado para la capa del puro se decide qué hojas se usarán y en qué puros.
Se supone que el tabaco de sol tiene cinco o seis tipos de hojas.
Las hojas en el fondo del tabaco se llaman mañanita y las que quedan arriba de estas, libra de pie. Estas hojas, que se utilizan en las partes tripa y capote de los Habanos, están menos expuestas a los rayos solares. Es por eso que son más claros, suaves, delgados, flexibles y se queman más rápido que las otras hojas.
En la parte media hay hojas llamadas centro fino y centro gordo. Estos se utilizan principalmente en la parte tripa del puro. El olor del puro proviene de estas hojas. Son medianamente fuertes.
Las hojas superiores, llamadas corona, son las más oscuras y fuertes de fumar porque están más expuestas a los rayos del sol. Estas hojas se usan para el sabor del puro en la parte tripa.
Confección de puros cubanos
Después de estas informaciones sobre el tabaco y los puros ya podemos pasar a su confección.
La maquinaria no se utiliza en la producción de los Habanos. En las fábricas los puros se confeccionan por personas llamadas torcedores. Estos se dividen en cuatro categorías según su experiencia y habilidades. El permiso de confeccionar los Habanos de mayor tamaño y de mayor complejidad solo se otorga a los torcedores de la categoría superior. Una buena torcedora puede preparar entre sesenta y ciento cincuenta Habanos por día, dependiendo del tamaño y la complejidad.
Se utiliza un número limitado de herramientas simples en las fábricas: una tabla de madera, dos cinceles llamados chaveta y casquillo, astralagus gummifer como pegamento, un cepo para medir el puro y una guillotina.
La torcedora primero coloca ante sí las dos o tres medias hojas del capote en forma tal que las partes planas de las hojas queden hacia ella. Luego se dobla y alinea las hojas de la tripa. La tripa debe ser preparada de manera que no impida el flujo de humo en el puro y que cada punto debe tener la misma estanqueidad. Como hemos visto anteriormente, es posible utilizar todas las hojas del tabaco de sol para la tripa. La cantidad de hojas que se debe usar depende de la marca y el modelo del puro. Las hojas deben colocarse de tal manera que mientras se fuma el sabor se concentre. Las hojas con el sabor más fuerte y de combustión más lenta siempre se sitúan en el medio de las demás. La torcedora envuelve la tripa de forma transversal, colocándola sobre las hojas del capote. El proceso de envoltura comienza desde la parte de la boquilla, donde se quema el puro. Al finalizar del devanado, aparece el bonche. La torcedora corta la cabeza (perilla) del bonche con ayuda de la guillotina y lo prensa durante al menos treinta minutos en un molde de madera. Después de eso ya se puede poner la capa. La torcedora, con chaveta, prepara la media hoja de capa aún húmeda. La cara que menos venas tiene forma la parte inferior para dar un aspecto más suave a la superficie del puro. La torcedora pone el bonche sobre la hoja y lo envuelve en forma transversal, nuevamente comenzando desde la parte de la boquilla. Después de esto el puro está casi listo. Se hace un gorro para cubrir la parte de la perilla cortando con el casquillo una pieza redonda de la capa. Finalmente, el tamaño deseado del puro se determina usando la guillotina.
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